Me licencié en Derecho en 1998 en Madrid. Desde entonces tuve claro que me dedicaría a la rama civilista de Familia y Sucesiones.
Me apasiona reconducir situaciones negativas, que la gente recupere su normalidad.
Abogados hay muchos, y muy buenos, pero esta rama necesita algo más que un profesional jurista, necesita un trato cercano.
Empatizo rápido con la situación del cliente, me intereso por cómo eran las cosas antes y lo oriento en sus nuevos objetivos.