El proceso sucesorio debe respetar la última voluntad del causante, o corregirla si es contraria a Ley.
Pero no siempre es así.
En una herencia surgen desavenencias en el inventario, el avalúo y la atribución de los bienes y derechos.
Los testamentos generan dudas en la interpretación y validación. Y hay que administrar los bienes durante la tramitación.
Si hay desacuerdos, la sucesión se bloquea y los herederos no disfrutan de lo que legalmente les corresponde.
¿Qué hacer en este caso? Negociación.
Y si la otra parte impone acuerdos abusivos, intervención judicial.